Izq: diagrama erróneo del "dia largo de Josué." der: diagrama correcto del "día largo de Josué."
ANTIGUO ARTICULO DEMOSTRANDO QUE LA CUENTA DE LA SEMANA NUNCA SE HA PERDIDO.
"¿Se ha perdido el
cómputo del tiempo?"
Muchos alegan que el Shabbat se ha perdido.
Otros han adoptado un calendario lunar para demarcar los shabbatot.
¿Se ha perdido realmente la cuenta semanal con los cambios del calendario? Veamoslo a continuación.
Por: Herbert W. Armstrong (títulos paganos substituídos por los nombres kodeshim)
¿Se Ha Perdido el Cómputo del Tiempo? ¿Es posible saberlo?
¡Si — usted puede estar seguro -- usted puede
comprobar cuál día de la semana es ahora el mismo séptimo día en que Yhwh
descansó, el día que El
bendijo y apartó al efectuar la creación. ¡He aquí la verdad evidente --siete
particulares pruebas — cada una conclusiva e irrefutable!
¡Si, ahora
podemos estar seguros!
ADMITIMOS que
la Biblia dice que el séptimo día es el Sábado del Adón nuestro Elojim.
Admitimos
también que al efectuar la creación Yhwh Elojim santificó el período de tiempoque abarca el
séptimo día y que nos manda observarlo; santificándolo.
Las interrogantes
¿Pero cómo
podemos saber cuál es ahora el verdadero séptimo día que Yhwh bendijo ysantificó en
la creación? ¿Se ha perdido
realmente el cómputo del tiempo?
¿Ha sufrido
cambios el calendario? ¿Es verdad
que en una ocasión se le suprimieron diez días?
¿Y afecta el
cálculo del tiempo el hecho de ser redonda la tierra en que vivimos? ¿Se “gana o
pierde un día” cuando se viaja alrededor del mundo?
¿Y qué hay
acerca del día largo de Josué? ¿No alteró éste el ciclo semanal?
¿Cómo podemos
saber si el séptimo día de la semana fue designado propiamente de acuerdo con
el calendario hebreo?
Para todas
estas preguntas tenemos contestaciones definidas y muchas maneras de probarlas
positivamente. La Palabra de Yhwh dice: "Examinadlo todo, retened lo bueno". Desterremos pues todoprejuicio. Despojémonos
de ideas preconcebidas o añejas opiniones. Investiguemos hasta encontrar la
verdad.
Alteraciones en el calendario
El calendario
que está ahora en uso, el romano, sufrió cierto cambio en el pasado pero esecambio no
interrumpió el ciclo semanal.
Antes de ser
modificado, se le llamaba calendario juliano, por haberse originado en los díasde Julio
César, en el año 45 a. de J.C. Y en vista de que la variación a que nos
referimosfue ordenada
por el Papa Gregorio, desde entonces se le conoce con el nombre decalendario
gregoriano.El calendario
juliano era imperfecto — insertaba años bisiestos con demasiada frecuencia.
Allá por el
año 45 a. de J.C., se suponía que el año constaba exactamente de 365 y ¼ días,
y para tomar en cuenta el cuarto de día extra cada año, aumentaban un día al
mes de febrero cada cuatro años.
Pero más
tarde se dieron cuenta de que el año era 12 minutos y 14 segundos más corto que
loscálculos que
tenían.
Consecuentemente,
ya para el tiempo del Papa Gregorio, el calendario se había alejado diez días
de las estaciones, y como resultado de ello, el equinoccio de la primavera caía
el 11 de marzo, en lugar del 21 de dicho mes.
Para corregir
esa irregularidad suprimieron diez días al calendario. Pero sólo se restaron al
número de días del mes, no al número de días de la semana. Cierto
individuo llamado Lilio propuso, y fue aceptado, el método para hacer tal
supresión.
En la
Enciclopedia Católica Vol. 9, Pág. 251, bajo el artículo "Lilio", en
la sección que explica estecambio,
leemos: "Y así, cada proposición imaginable fue presentada; sólo una idea
no fue mencionada jamás, a saber, el abandono de la semana de siete días".
En dicha
Enciclopedia, Vol. III, Pág. 740 bajo el artículo "Cronología", dice
lo siguiente:
"Es
notorio que en el período cristiano jamás ha sido interrumpido el orden de días
de la semana. Por lo tanto, cuando Gregorio XIII reformó el calendario en 1582,
el jueves 4 de octubre fue seguido por el viernes l5 de octubre. De manera que
en Inglaterra, en 1752, el miércoles 2 de septiembre, fue seguido por el jueves
14 de septiembre".
Puesto que
los católicos cambiaron el calendario, la Enciclopedia Católica es la mejor
autoridad histórica que hay sobre esta cuestión y es prueba positiva.Para que el
lector pueda entenderlo claramente y ver cómo se hizo dicha modificación, en
seguida reproducimos
el calendario efectivo. El cambio se
llevó a cabo en España, Portugal e Italia, en el año 1582.
He aquí pues
el calendario correspondiente al mes de octubre de 1582:
Notará usted
que fueron quitados diez días. Un día fue el 4, y el siguiente fue el 15 de
octubre. Sin embargo,
el 4 fue jueves, y el día siguiente viernes. Para hacerlo
aun más claro, explicaremos que el 29 de septiembre en ese año, fue un Sábado. El 30 fue
domingo. El 10 de octubre fue lunes, el 2 martes, el 3 miércoles, el 4 jueves y
el siguiente día fue viernes, pero no 5, sino el 15, seguido del Sábado 16.
Realmente el
Sábado 16 cayó sólo una semana (siete días) después del Sábado anterior, o sea el 29 de
septiembre. Transcurrieron
exactamente siete días, siete ocasos desde un Sábado hasta el siguiente.
La
modificación en el calendario de ninguna manera cambió el Sábado, o la sucesión
de los días de la
semana. Las naciones
británicas rehusaron cambiar el calendario cuando el Papa lo ordenó. Siguieron con
el antiguo calendario juliano hasta 1752. Y aunque el número de sus días en el
mes era diferente, sus días de la semana eran los mismos que en Roma.
Los que
guardaban el Sábado en Inglaterra, guardaban el mismo día Sábado que era así llamado en
Roma. Los que
observaban domingo, observaban el mismo día, tanto en Roma donde el calendario había sido
alterado, como en Londres donde no había sido cambiado.
Los países
británicos modificaron el calendario en 1752. Ya para ese entonces era
necesario quitarle 11 días. El cambio se
hizo en septiembre de la siguiente manera:
SEPTIEMBRE 1752
Pero en Rusia
no fue cambiado el calendario hasta hace muy poco.
Consecuentemente,
en el año 1907, al día que nosotros llamamos 14 de agosto, los rusos le llamaron 1
de agosto. Aunque
nuestros calendarios tenían una diferencia de 13 días, en ambos países llamamos
a ese mismo día, Sábado. En ambos
países el Sábado cayó en el mismo día de la semana. El calendario fue cambiado
en Rusia a partir de entonces, pero todavía su domingo es nuestro domingo — y
su Sábado nuestro Sábado.
Para
referencia, vea el artículo "Cronología" antes citado, en la
Enciclopedia Católica. Y así, vemos
que el calendario que ha estado en vigor desde el año 45 a. de J.C., mucho
antes de que Yahushua n
naciera, prueba que nunca ha habido ningún cambio en el siclo semanal desde el
tiempo de Mashiaj hasta ahora. El Sábado de hoy, es el mismo séptimo día de la
semana que era Shabbat/Sábado en el tiempo de Yahushua. Por lo tanto, podemos estar
seguros de que guardamos el
mismo día santo que Yahshua guardó, dándonos ejemplo — el mismo día del cual dijo ser Adón (Marcos 2:28).
Ganando o perdiendo un día al dar la vuelta al
mundo
Consideremos
ahora el argumento de "ganar o perder un día", según la dirección en que viajemos
al darle la vuelta al mundo.
¿Se ha
detenido usted a pensar alguna vez cómo pudo Jonás hallarse en un mar
tempestuoso y ser tragado por el gran pez?
Yhwh ordenó a
Jonás que llevará a cabo cierta misión. Pero Jonás no quiso obedecer, y
hallando una nave que partía para Tarshish se embarcó en ella con la intención de
escapar "de la presencia del Eterno". Lea Jonás 1:1-3.
¿No era
insensato Jonás al pensar que huyendo de su casa en un barco, podía evadir el
mandato de Yhwh?
Hay muchos
modernos Jonases en la actualidad que tratan de convencernos que cierto
mandamiento, proclamado por voz propia del ETERNO a toda su congregación, en
realidad no puede ser obedecido, si nos embarcamos y nos alejamos de nuestros
hogares, ya sea rumbo al este o al oeste. Se trata del
mandamiento que dice: "Acuérdate del día de reposo para santificarlo...
Mas el séptimo
día es reposo para el Yhwh tu Elojim".
¿Complicó Yhwh este mandamiento de tal manera que para obedecerlo se necesita la ayuda de
un astrónomo?
Tal vez a algunos
que no se detienen a pensar muy profundamente les parece que uno pierde un día
si viaja hacia el oeste alrededor del mundo — o que gana un día si viaja rumbo
al oriente. Pero esa pérdida o ganancia es aparente, no real.
Calcule lo
que sucedería si eso fuera verdad. Imagine que dos hermanos gemelos le dan la vuelta al
mundo y que uno toma el rumbo oeste, mientras que el otro se va en dirección al
este. Si uno pierde
realmente un día, cuando el otro lo gana, entonces después de un viaje así, al encontrarse otra vez en el punto de partida original, uno
de ellos sería dos días mayor que su hermano gemelo.
¡Si
continuaran viajando con demasiada frecuencia, con el tiempo, uno llegaría a
tener suficientes años como para ser el padre de su propio hermano gemelo! Eso
es ridículo, porque ambos lucen exactamente de la misma edad---ningun ha envejecido ni rejuvenecido como se plantea---pero este absurdo ilustra muy bien el asunto que nos ocupa.
Cuando una
persona viaja, sus días no son de igual duración. El individuo
que viaja en avión de San Francisco a Nueva York, encuentra que ese particular
día es para él de 21 horas solamente; porque el Sol se pone en Nueva York tres
horas más temprano que en San Francisco, y por lo tanto hay tres horas de
diferencia en tiempo entre estas dos ciudades.
Si dicho
individuo regresa también por avión, encuentra que su día en el viaje de
regreso es calculado como de 27 horas. Si él sale de
San Francisco a las 5 de la mañana, llega a Nueva York exactamente doce horas
más tarde, su reloj marcará las 5 de la tarde, pero todos los relojes en Nueva
York registrarán las 8 de la noche. Para ajustar
su tiempo con el de los neoyorquinos, él tendrá que adelantar su reloj tres
horas.
Si continuara
viajando alrededor de la tierra, tendría que seguir cambiando su reloj, y a su
regreso a San Francisco, encontraría que le había aumentado 24 horas, por
supuesto al reloj únicamente.
¿Pero aumentó
realmente un día a su vida? ¡Claro está que No!
El único
cambio que se efectúa es en la manera de contar el tiempo, según el hombre.
Este es sólo un argumento engañoso, usado por algunos para confundir a las
mesas y para auto justificarse por su desobediencia a los mandamientos de Yhwh.
¡PECADO es la
trasgresión de la ley (1 Juan 3:4) y la paga del pecado es la MUERTE! (Ro.
6:23).
¿Qué es un
día?
La correcta
definición bíblica de un "día" no es el período de 24 horas que
marcan los relojes de hechura
humana, sino ese período de tiempo que hay entre un ocaso y otro. Un día no se
mide por la rotación de la tierra más nuestro andar sobre ella.
El Sábado
debe ser observado "de tarde a tarde" (Lv. 23;32).
Un día
termina, y otro comienza, cuando el Sol se pone (vea Marcos 1:32; Lucas 4:40,
etc). Consulte
también cualquier Enciclopedia si tiene dudas y quiere verificarlo también con documentos seculares.
La historia
demuestra que hasta unos cuantos siglos después de Yahushua, siempre existió la costumbre de
empezar y terminar los días a la puesta del Sol.
Vivimos en
una tierra redonda. Los días se
miden por la rotación de la Tierra sobre su eje, en relación con el Sol. Puesto que el
día Sábado empieza y termina a la puesta del Sol, nosotros empezamos la observancia
del Shabbat/Sábado a la hora en que el Sol se pone en el lugar en que nos hallamos.
Por ejemplo,
el Sol declina 3 horas más temprano en Nueva York que en California, EE.UU., y en
consecuencia, los neoyorquinos observantes del Sábado, principian a
santificarlo 3 horas antes que los californianos. En Londres el
Sábado empieza ocho horas más temprano que en la costa del Océano Pacífico de
los Estados Unidos, y quienes lo observan, lo hacen según las instrucciones de Yhwh.
La
contestación a todo esto es:
Guardamos el
día cuando el día llega a nosotros.
Jerusalén es
el centro principal de operaciones de Yhwh Elojim en la tierra. Allí fue donde Yahushua
guardó el Sábado ¡y sabemos que El guardó el día correcto!
Algunas
autoridades creen que Yhwh guió a los hombres cuando establecieron la
"línea internacional
de demarcación" (donde en virtud de que la tierra es redonda y gira sobre
su eje, un día debe
ser sustraído o agregado en la computación) en medio del Océano Pacífico, donde
no afecta virtualmente a nadie, y casi exactamente OPUESTA a Jerusalén.
De la manera
que se calcula ahora el tiempo, los observantes del Shabbat/Sábado, guardan el mismo
día en todo el mundo, cuando éste llega a ellos, el cual es y siempre ha sido
el séptimo día de la semana en Jerusalén.
Pero por la
simple razón de que la Biblia nos manda comenzar nuestro Sábado a la puesta del
Sol, y el Sol no se pone a la misma hora en todas partes, las horas santas del
Sábado empiezan, en China, varias horas antes que en Jerusalén — y en Estados
Unidos varias horas más tarde que en Jerusalén.
Pero,
empezando en el centro del Pacífico, la mitad del trayecto alrededor del mundo
desde Jerusalén,
todos en cada rincón de la tierra guardan el mismo día conforme éste llega a
ellos, que es
observado en Jerusalén cuando ese día llega allí.
Los
observantes del domingo no tienen ninguna dificultad en calcular cuándo llega
el domingo a ellos, no importa la parte del mundo en que se encuentren. ¡No
podemos huir de esta verdad embarcándonos en un navío!
El día largo de Josué
Hay todavía
otro argumento. La narración sobre el día largo de Josué, cuando el Sol se
detuvo por
"casi un día entero", es mal interpretada por muchos en sus esfuerzos
por demostrar que el domingo es el
séptimo día de la semana.
El relato
bíblico acerca de ese singular día se encuentra en Josué 10:12-14.
"Entonces Josué habló al Eterno... y dijo en presencia de los Israelitas:
Sol, detente en Gabaón; y tú luna, en el Valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y
la luna se paró... y no se apresuró a ponerse casi un día entero".
Basado en el
pasaje anterior alguien formuló un argumento un tanto ingenioso ilustrándolo con su respectivo
diagrama intentando así demostrar que el domingo de hoy es realmente la continuación
del séptimo día de la creación. La esencia del argumento es como sigue:
"Josué
indicó que la posición en que él colocó al Sol y la Luna cuando expidió su
orden, fue a sólo
unos minutos de entrar éstos en conjunción. Por lo tanto, esa semana tuvo un período de 24
horas sin las correspondientes salidas y puestas de Sol... El Profesor Totten
ha demostrado claramente que la conjunción debió haber ocurrido el martes a las
11 y 13 minutos de la mañana... De
acuerdo con el diagrama adjunto, aparentemente esa particular semana, de un
Sábado al otro, vio sólo seis amaneceres y seis ocasos, aunque sí contuvo los
siete períodos nominales de veinticuatro
horas... contando de acuerdo con los períodos de veinticuatro horas, se ve que
el Shabbat/Sábado es el
séptimo día.
Sin embargo,
si numeramos los días conforme a las puestas de Sol, entonces está claro que el domingo se
convierte en el día séptimo de la creación".
Vea en la
página 7 el diagrama "A" que se emplea para presentar este argumento:
Con seguridad
el lector puede darse cuenta en qué consiste el error de este argumento y su diagrama. En
primer lugar, se afirma que: "de acuerdo con el diagrama adjunto,
aparentemente esta particular semana vio sólo seis amaneceres y seis
ocasos".
Eso es
cierto, de acuerdo con este diagrama, ¡pero no de acuerdo con la Palabra de Yhwh!
¿Dónde está
el error?
Simplemente
en que pasan por alto que Yhwh dice: "De tarde a tarde guardaréis vuestro
reposo". Los días de la semana se cuentan de ocaso a ocaso, según la
medición de tiempo descrita en el primer capítulo de Génesis. Para indicar lo
que es cada día, se declara: “y fue la tarde y la mañana un día" — "y
fue la tarde y la mañana el día segundo", etc., etc. En ninguna parte dice
la Palabra de Yhwh que las primeras 24 horas fueron el primer día, y que las
siguientes 24 horas el segundo
día, etc.
¡Yhwh no cuenta el tiempo con relojes de hechura humana! El cuenta los días de acuerdo con
la puesta del Sol.
Ahora bien,
en el diagrama anterior, producto de la imaginación humana, encontramos que el
hombre que lo diseñó llamó al día largo de Josué "dos días" — martes
y miércoles.
¿Está en
armonía con la Biblia dicha aseveración? ¿Llama la
Biblia a ese día largo dos días?
Note que en
Josué 10:14 al referirse a ese particular día, dice claramente: "ni antes
ni después de él". La Biblia lo llama un día. Pero para tergiversarlo y
conformarlo a la vasta y popular senda que siguen los
observantes del domingo pagano, tienen que contarlo como dos días. Pero eso es
contrario a las Escrituras.
Por otra
parte, este sutil argumento confunde al lector si numera los días de acuerdo
con períodos de 24 horas y luego de acuerdo con las puestas de Sol. El autor del
argumento usa períodos de 24 horas para hacer aparecer el viernes como
Sábado. El verdadero
sexto día de la semana aparece como el séptimo, o sea el Sábado.
Luego vuelve
a numerar esos mismos días de acuerdo con las puestas de Sol, para hacer que el
domingo figure como el séptimo día. Es muy
ingenioso, ¡pero es una falacia! No podemos calcular el período de tiempo que contienen los
días con términos de 24 horas. Yhwh cuenta
los días desde cada puesta de Sol.
El día largo
de Josué contuvo aproximadamente 48 horas de un reloj de manufactura humana, pero
fue sólo un énico período duirno; la Biblia lo llama un día, y específicamente dice que fue diferente a
otros días — "y no hubo día como aquel". No dice "días",
sino "día". El pronombre "el"
es singular, ¡sólo un día! ¡Así lo dice Yhwh! La semana de Yhwh no está
compuesta de siete
períodos de 24 horas, sino de siete días, contando desde cada atardecer o
puesta de Sol.
El diagrama
"B" también en la página 7, demuestra esta verdad de acuerdo con la
Biblia y de acuerdo con el cómputo que Dios hace del tiempo.
Un ardid para engañar
¿Notó usted
el estratagema que se empleó en el primer diagrama para engañar al lector?
El "día
largo de Josué", como claramente se le califica en el diagrama — un día —
está marcado "martes y miércoles", como si éste fuera dos días. En la
parte inferior del diagrama se le nombra el tercero y el
cuarto día de la semana — dos días.
Luego en la
parte superior, está renumerado de diferente manera — como un día, el
"3" de la semana. Y llegamos al día nombrado "Sábado" si
contamos el día largo de Josué como dos días. Calculando de esa manera, tal día
aparece en la línea inferior como el séptimo de la semana.
Luego en la
línea superior al renumerar dicho día como uno — el tercero de la semana — el
que el autor del diagrama llamó jueves, viene a ser el cuarto día, el viernes
el quinto, y el Sábado el sexto. Esto,
naturalmente hace que el domingo aparezca como el séptimo día de la semana.
Ahora bien,
este "día largo de Josué" no puede ser dos días — el tercero y el
cuarto día de la semana — como está numerado abajo, y también al mismo tiempo, ser sólo un día, el tercero,
como se indica en la columna superior.
¿Cuál es, el tercer día de la
semana — martes, o el tercero y cuarto, martes y miércoles?Puesto que la
Biblia lo llama "un día" y no dos días, es sólo un día, martes, el
tercero de la semana, como
lo indica el diagrama correcto.
El error del
primer diagrama consiste en que a este particular día en un lugar se le
considera como uno solo y en a otra sección como dos días. En realidad
fue sólo un día, martes, el tercero de la semana. En
consecuencia, al día señalado como Shabbat/Sábado en dicho diagrama, no es Sábado, sino
realmente viernes, el sexto de la semana. Y el séptimo día no debe ser llamado
domingo, sino Sábado/Shabbat como en el segundo diagrama. ¡Y así exactamente fue
contado en la historia!
Es evidente
que este primer diagrama es un fraude.
Pero ahora,
para comprobar todo el asunto, recordemos esto: Para establecer cuál día es el
verdadero Sábado — el verdadero séptimo día de la creación, que Yhwh apartó
como tiempo santo, basta con regresar al tiempo de Yahushua.
Porque si
este argumento del día largo de Josué es cierto, entonces Jesús profanó el
Sábado, cuyo período de tiempo Yhwh santificó, y observó el sexto, no el
verdadero séptimo día. Y si nosotros acusamos a Yahushua de tal profanación, le acusamos de haber cometido pecado, porque el
pecado es la trasgresión de la ley ¡y nadie discutiría que el punto de la ley
correspondiente al Shabbat/Sábado estaba abolido durante la vida de Yahushua!
¡Si El pecó,
no tenemos esperanza!
Pero sabemos
que Jesús conocía cuál era el día correcto. El fue el
Creador y Adón de ese día (Marcos 2:27-28). El guardó el
verdadero Shabbat/Sábado, y el registro del calendario comprueba que el Sábado de hoy es
exactamente el mismo séptimo día que Yahushua observó.
¡Y si nos
llamamos sus seguidores/talmidim, ciertamente debemos desear observar el mismo día que Yahushua observó!
¿Se perdió el cómputo del tiempo
entre Adán y Moisés?
Adán había
sido creado y tenía vida cuando llegó la puesta del Sol del sexto día de la
semana de la
creación — cuando descansó Yhwh de su obra.
Adán sabía
cuál era el séptimo día. Yahushua Jesús llamó a Abel "justo" (Mt. 23:35), de
manera que Abel guardaba
el Sábado/Shabbat. Enoc"
caminó con Yhwh," luego, Enoc guardaba el Shabbat/Sábado, y "desapareció"
menos de cien años antes de Noé.
Durante toda
esa época, estos hombres sabían cuál era el séptimo día. Adán vivió
243 años con Matusalén, hasta que Lamec llegó a tener 56 años de edad. Ellos sabían
cuál era el séptimo día. Matusalén vivió 600 años con Noé, y Lamec vivió con Noé 595 años.
Seguramente
aprendió Noé de ellos -- y de otros -- cuál era el mismo día séptimo. Y Noé lo guardaba,
porque Noé era un "pregonero de justicia" (2 Pedro 2:5) y la Biblia
dice: "todos tus mandamientos
son justicia" (Sal. 19:172). Sem fue justo
también, y vivió hasta que Abraham llegó a tener 150 años de edad. Noé murió como dos años antes del nacimiento de Abraham. Abraham
guardó el Sábado de Dios (Gn. 18:19; 26:5). Así también lo guardaron su hijo
Isaac, su nieto Jacob y su bisnieto José — quienes todos fueron observadores
justos de los mandamientos (Sal.
119:172). No, no se perdió el cómputo del tiempo desde la creación hasta la
época de José.
Pero después
de la muerte de José, los hijos de Israel (Jacob) vinieron a ser esclavos en
Egipto. "Entonces", se escribe, "pusieron sobre ellos comisarios
de tributos que los molestasen con sus cargas... Y los egipcios hicieron servir
a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura
servidumbre..." (Ex. 1:11,13-14).
Los egipcios
no observaban el Sábado. Ellos daban latigazos a los israelitas durante su servidumbre
como esclavos lo mismo en los Shabbatot/Sábados que en los demás días. Así que a aquellos
israelitas, por unos 150 a 175 años — varias generaciones — no les fue permitido
guardar el Sábado. No tenían un
sacerdocio. No había servicios sabáticos o religiosos. Es probable que no hubiera
educación religiosa — al menos ninguna que se permitiera en forma organizada.
Y no existía
la Escritura como existe hoy— no había ningún registro escrito de la instrucción de Yhwh o de la Ley de Yhwh Elojim.
La Biblia
dice, "La palabra de Yhwh permanece para siempre" (1 P. 1:25). Si
se hubiera escrito cualquier palabra inspirada de Yhwh antes de Moisés,
existiría hoy.
Las primeras
Escrituras fueron consignadas por Moisés, después que los israelitas fueron
rescatados de la esclavitud egipcia. La generación
de israelitas que Moisés guió en el éxodo de Egipto no tenía ninguna educación
o instrucción religiosa. Es probable que supieran muy poco del Sábado. Bien pudo
haberse perdido el cómputo del tiempo — para ellos. Pero, aun si tal hubiese sido el caso, Yhwh se lo reveló mediante milagros asombrosos.
Yhwh reveló
el Shabbat/Sábado de la creación a Israel
En los días
de Moisés, Yhwh reveló el verdadero Shabbat/Sábado de la creación a todos los hijos de Israel,
mediante la lluvia del maná del cielo. Los israelitas habían sido esclavos en
Egipto por espacio
de cuatrocientos años. Durante todo ese tiempo no se les permitió celebrar
ningún servicio o
culto religioso.
Tampoco
tenían la Biblia, ni Escrituras, ni ningún otro registro escrito que les
revelara los caminos o mandamientos de Yhwh Elojim. Posiblemente ya para ese entonces
ellos habían perdido el cómputo del tiempo, y no sabían cuál día era el
verdadero Sábado.
En el
desierto de Sin, dos semanas antes de llegar a Sinaí, murmuraron y se quejaron
por falta de alimentos. Yhwh les
dijo: "He aquí yo os haré llover pan del cielo... para que yo lo pruebe si
anda en mi ley, o
no".
Esto tiene
relación con nuestra actitud de obediencia a la ley de Yhwh, o viceversa. Desobediencia
es pecado. Y Moisés y Aarón dijeron al pueblo: "En la tarde (a la puesta del
Sol) sabréis que el Eterno os ha sacado de la tierra de Egipto, y a la mañana
veréis la gloria del
Eterno".
"Y dijo
Moisés a Aarón: Dí a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia del
Eterno... Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel,
miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria del Eterno apareció en la
nube... Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y
por la mañana descendió rocío en derredor del campamento" (Éxodo 16:4-13).
Note que ese
día hubo una asamblea religiosa, y la gloria de Yhwh Elojim apareció. Las
codornices no subieron sino hasta la puesta del Sol. ¿Por qué?
Porque ese
había sido un día Shabbat/Sábado. Al ponerse el Sol, cuando el Sábado terminó, las
codornices vinieron; y el pueblo tuvo el privilegio de trabajar al recogerlas
para su sustento. A la mañana
siguiente, cayó el maná. Este era el primer día de la semana. Si guardaban maná para el día
siguiente, criaba gusanos y se corrompía (versículo 20). En el sexto día
(versículo 22), recogieron doble porción de comida. Y ese mismo sexto día Yhwh dijo: "Mañana es el santo día de reposo (Sábado), el reposo
consagrado a Yhwh" (versículo 23). "Y ellos lo guardaron hasta la
mañana... y no se agusanó, ni hedió" (versículo 24).
No obstante,
en el séptimo día algunas de ellos tal vez pensaron que la cuenta del tiempo se
había perdido. Eran como
muchas personas de hoy en día, que no están seguras en lo que respecta cuál día
es el Shabbat/Sábado, y
les da igual guardar otro día cualquiera, o no guardar ninguno. "Y
aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no
hallaron" (versículo 27). ¡En ese día Yhwh no envió nada! Vemos pues que
mediante tres milagros,
Yhwh les
enseño cuál día era el verdadero Sábado de la creación. La cuenta del
tiempo no pudo haberse confundido o perdido bajo el estricto régimen mosaico
que imperó entre ese entonces y el tiempo de Yahushua. Hemos
demostrado que el día largo de Josué fue sólo un día, y no cambió la cuenta del
tiempo en ninguna manera.
De haberla
cambiado, como ya explicamos, Yahushua no habría guardado el día correspondiente. Y así
llegamos al tiempo de Yahushua, sabiendo que hasta ese entonces no se había
perdido el cómputo del
tiempo.
La prueba de los judíos
Ahora bien,
si estamos convencidos de que Yahushua nos dio el verdadero ejemplo y que El observó el
auténtico día, no debemos tener más dificultades. Note que el
día que Jesús guardó conforme a su costumbre (Lucas 4:16), fue el mismo día que
todos los judíos guardaban entonces, porque era cuando ellos celebraban sus
servicios religiosos en la sinagoga (versículos 17 y 20).
Aproximadamente
cuarenta y tres años después, los judíos fueron esparcidos por todas las naciones de
la tierra. Desde entonces hasta ahora, han estado separados, dispersos por todo
el mundo.
Durante la
Edad Media los judíos de China no tenían ningún modo de comunicarse con los
judíos de África; ni los judíos que se hallaban en Europa con los de otras
partes del mundo. Sin embargo, hoy en día, con los medios de comunicación que
hay hacia todos los ámbitos de la tierra, no encontramos que los judíos estén
confundidos sobre este particular. Todos siguen concordando en el mismo día Shabbat y nunca han discrepado.
Si el cómputo
del tiempo se hubiese perdido, los judíos de una parte del mundo observarían
cierto día, mientras que los judíos de otros lugares guardarían diferente día.
Pero en todas partes — en cualquier nación sobre la tierra — encontramos que
los judíos han estado guardando el mismo idéntico día
— el que nosotros llamamos Sábado — el verdadero séptimo día.
El judío es
el milagro de toda la historia — y el judío es otra prueba de que no hemos
perdido el Shabbat/Sábado. Pregunte a
cualquier judío ortodoxo si ha perdido su Sábado. Tal idea le parecería
absurda. ¡El no tiene dudas sobre este particular!¡A los judíos les fue entregada la Torah para que la preservaran, y ciertamente nos la guardaron hasta el presente!
La prueba de la Iglesia/Kejilah
¡He aquí otra
línea de prueba!
Tenemos la
historia de la verdadera Iglesia/Kejilah de Yhwh siglo por siglo desde Yahwshua hasta la hora
presente. Esta ha sido siempre una Iglesia/Kehilah o Asamblea observante del SÁBADO.
Durante la
Edad Media, tal como está profetizado en Apocalipsis 12:6, esta Iglesia tuvo
que huir al desierto, fuera de la jurisdicción del Imperio Romano, dominado
entonces por la Iglesia (impostora) Católica Romana. En el año 363 la Iglesia Romana expidió el Decreto del Concilio de Laodicea,
pronunciando la sentencia de muerte sobre cualquier persona que cumpliese con
el mandato divino de guardar el
Shabbat/Sábado.
Muchos
creyentes verdaderos fueron martirizados por guardar ese día. Si en efecto los hombres
estaban dispuestos
hasta a dar sus vidas por santificar ese día y cumplir así con los mandamientos
de Yhwh, ¿concibe usted que podían perder
la cuenta del verdadero día santo?Y continuando
hasta los tiempos actuales, encontramos que esta Iglesia, la verdadera Iglesia
cristiana, guarda el día que nosotros llamamos Sábado— el mismo día que los
judíos han venido observando ininterrumpidamente a través de los años desde el
tiempo de Yahushua hasta ahora.
La prueba de
la razón
He aquí otro
argumento de prueba.
¿Por qué y
cómo podría haberse perdido el cómputo del tiempo?Deténgase a
pensar. Supongamos
que una persona se despierta un Sábado por la mañana pensando que es viernes, y
a causa de su equívoco espera hasta el domingo pare guardar su Sábado.
Tal vez eso
pueda suceder, pero para que la cuenta del tiempo se perdiera, no solamente un
hombre, sino que todas las demás personas en su ciudad o pueblo — toda persona
en cada provincia, estado o país del mundo entero— toda persona en cada nación
sobre la tierra tendría que despertarse
en la misma mañana con la idéntica alucinación,¿Cree usted
que eso es posible?
¡Pues usted
tiene que admitir que cree semejante absurdo si piensa que el cómputo del
tiempo se ha perdido!
La astronomía
lo prueba
Finalmente tenemos la prueba científica de la astronomía. A
continuación transcribimos las declaraciones gubernamentales que oficialmente
se hicieron ante la Liga
de las Naciones, conforme aparecieron publicadas el 17 de agosto de 1926, en un
documento oficial de la Liga. El gobierno
de Finlandia presentó la siguiente observación de uno de sus astrónomos:
"La
reforma (una reforma al calendario propuesta ante la Liga para su
consideración) interrumpiría la división de la semana que se ha seguido durante
miles de años, y que por lo tanto es ya sagrada
costumbre inmemorial".
El gobierno
de Francia presentó las siguientes declaraciones de dos de sus más prominentes astrónomos:
"Un punto esencial es el de la continuidad de la semana... una continuidad
que ha pervivido
a través de tantas centurias". "La continuidad de la semana... es sin
duda la institución
científica mas remota que nos ha legado la antigüedad".
El profesor
D. Eginitis, director del Observatorio de Atenas, y miembro del Comité de la
Liga de las
Naciones, expuso: "La continuidad de la semana... ha traspasado las
centurias así como todos los calendarios conocidos y aún permanece
intacta". Y así
podríamos proseguir, pero basta con las pruebas ya expuestas. Hemos presentado la prueba de
la historia, la prueba del calendario, la prueba de los judíos, la prueba de
los mártires de la verdadera Iglesia, la prueba de la razón y la prueba de la
ciencia y la astronomía.
Además
podríamos agregar como prueba positiva la de la Iglesia Católica Romana que por
siglos ha preservado intacto su domingo como el día que antecede al Sábado al
séptimo día que guardó Yahushua y que observaron los primeros apóstoles. El sacerdote
católico de la actualidad está tan seguro de que su domingo es el primer día de la
semana, como lo está el judío respecto del Sábado/Shabbat de Yhwh.
¿Apartaría
Yhwh cierto día, poniendo su bendición en él (Génesis 2:1-3), santificándolo y ordenando
que fuese guardado y santificado eternamente, para luego permitir que la cuenta
de ese tiempo santo se perdiera de tal modo que no pudiéramos saber cuándo
observarlo?
¿Se ha
perdido el cómputo del tiempo? ¡Si en efecto se ha perdido, usted y yo somos almas
perdidas también, porque es pecado profanar el Sábado de Yhwh! Ese es el cuarto
punto de la ley.
"El
pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4), y si infringimos uno de sus
puntos — cualquiera — somos pecadores culpables (Santiago 2:8-11). Las últimas
palabras de Yahushua que
registra la Escritura dicen: "Bienaventurados los que guardan sus (los del Padre)
mandamientos {vea la Versión Moderna}, para que tengan derecho de llegar al árbol de la
vida'' (Ap. 22:14).
artículos paralelos con varios detalles adicionales disponibles a través de las "Iglesias de Dios" de Armstrong